Técnica y estrategia para el mantenimiento de proyectos backend en PHP

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En el mundo del desarrollo backend, una de las tareas más comunes y a menudo subestimadas es el mantenimiento de proyectos existentes. Especialmente en entornos PHP, donde es frecuente heredar aplicaciones desarrolladas por terceros, enfrentarse a un sistema desconocido puede resultar intimidante para cualquier desarrollador, ya sea junior o senior. Sin embargo, con una metodología clara y estructurada, esta tarea puede convertirse en una experiencia enriquecedora y eficaz.

  • Enriquecedora porque vas a aprender de lo que ya hicieron otras personas, de sus métodos, hábitos y, por supuesto, errores.
  • Eficaz porque mantener un proyecto vivo no es tan costoso en tiempo y esfuerzo, si se sigue una metodología adecuada, como empezar uno de cero con la incertidumbre del resultado. Ya sabes qué funciona, qué se necesita y sabes que se usa, lo que no es poca cosa (el mundo está lleno de código olvidado y sin aplicación).

A continuación, detallo una estrategia dividida en seis pasos que he enseñado a mis estudiantes de backend y que recomiendo aplicar rigurosamente cuando se enfrenten a proyectos heredados. Este método no solo permite una comprensión progresiva del sistema, sino que también optimiza la calidad del mantenimiento y las mejoras que se implementen.


1. Entender lo que hace la aplicación (desde el punto de vista del usuario y el contexto del negocio)

Antes de abrir una sola línea de código, es fundamental comprender qué problema pretende resolver la aplicación y cuál es su propósito dentro del ecosistema para el que fue desarrollada. Esta comprensión se logra desde dos frentes:

a) Experiencia de usuario (UX): Interactúa con la aplicación como si fueras un usuario final. Accede a todas las funcionalidades disponibles, toma nota de los flujos, inputs, outputs, restricciones, validaciones y comportamientos esperados. Y ve más allá, somete a estrés el desarrollo intentando ver qué ocurre cuando no haces lo que se supone que como usuario deberías hacer.

b) Contexto del negocio: Investiga la necesidad que dio origen al desarrollo. ¿Es una herramienta interna de una empresa? ¿Un CRM? ¿Un sistema de gestión escolar? ¿Qué problemas soluciona? Esto te permitirá tomar mejores decisiones al momento de refactorizar o ampliar funcionalidades.

Documenta todo lo observado y verifica si hay alguna documentación funcional o manuales de usuario que puedan ayudarte. Este paso es clave porque una buena comprensión del «por qué» te prepara para entender mejor el «cómo».


2. Entender cómo se ha hecho (auditoría del código existente)

Con el conocimiento funcional fresco, ahora puedes sumergirte en el código. Este paso debe abordarse con una mentalidad de auditor, buscando responder preguntas como:

  • ¿Cuál es la arquitectura del proyecto? (MVC, monolito, modular, microservicios)
  • ¿Cómo se estructura el código fuente? ¿Está organizado por módulos, por funcionalidades?
  • ¿Se usan frameworks (Laravel, Symfony, CodeIgniter, Slim, etc.)? ¿Qué versión?
  • ¿Existen patrones de diseño implementados (repository, factory, singleton)?
  • ¿Cómo se conectan los datos? ¿Hay ORM? ¿Acceso directo a base de datos?
  • ¿Está implementado el control de errores, logging, pruebas unitarias?

Y lo que es más importante, si hay algo sobre lo que no tienes experiencia previa. Entonces tocará estudiar y aprender. Un framework desconocido para ti hasta el momento, un estilo de diseño que no has usado, una forma de manejar datos que conocías de oídas pero nunca habías puesto en práctica, una librería con la que tienes poca o nula experiencia. Las posibilidades son muchas y, además, este ingrediente siempre estará presente en este tipo de trabajo.

Usa herramientas de análisis estático de código (PHPStan, Psalm, SonarQube) para identificar áreas críticas, dependencias obsoletas, y posibles problemas de seguridad.

Este es también un buen momento para hacer un mapeo de la base de datos, las relaciones entre tablas y los procesos que dependen de ellas. Revisa el composer.json y las dependencias del proyecto si fuera el caso.

Finalmente, documenta todo: rutas principales, controladores, modelos, helpers, scripts y tareas cron. Esta auditoría te posiciona para intervenir el proyecto con conocimiento y responsabilidad.


3. Resolver problemas propios del desarrollo (errores técnicos)

Una vez que comprendes el funcionamiento y la arquitectura, puedes abordar errores técnicos evidentes: bugs, warnings, incompatibilidades, rutas rotas, problemas de sesiones, errores de conexión a la base de datos, etc.

Estos errores suelen tener efectos directos en la experiencia del usuario. Algunos pueden ser triviales, otros pueden derivar en vulnerabilidades de seguridad o pérdida de datos.

En este paso, debes:

  • Usar logs (Laravel logs, Apache/Nginx logs, syslog) para detectar problemas.
  • Activar display_errors y error_reporting en entorno de desarrollo.
  • Escribir tests (aunque sean post-mortem) para verificar que los errores estén resueltos.

Mantén siempre el principio de «cambiar lo mínimo indispensable«. No refactorices aún. Este paso es correctivo, no preventivo.


4. Resolver problemas propios del diseño (errores lógicos)

Muchos problemas no son errores técnicos, sino decisiones de diseño pobres. Lógicas repetidas, validaciones hechas en el cliente pero no en el servidor, código duplicado, funciones que hacen demasiadas cosas, etc.

A esta altura ya puedes empezar a:

  • Reestructurar funciones y clases.
  • Aplicar principios SOLID y DRY.
  • Dividir responsabilidades.
  • Eliminar hardcodings y usar constantes o configuraciones externas.
  • Sustituir lógicas acopladas por abstracciones.

Asegúrate de que las decisiones que tomes mantengan la compatibilidad con lo ya existente, o documenta bien los cambios si se requiere modificar comportamientos.

Este paso es clave para garantizar la mantenibilidad del sistema en el futuro.


5. Mejoras (robustez, seguridad, escalabilidad)

Con el sistema funcionando correctamente y diseñado de forma sana, puedes plantearte mejoras que no estaban originalmente.

Algunas de las más comunes incluyen:

  • Validaciones de datos en el backend (Request objects, middlewares).
  • Escapado de salida para prevenir XSS.
  • Uso de prepared statements para evitar inyección SQL.
  • Implementación de control de acceso más granular (ACL, roles).
  • Migración de contraseñas a algoritmos modernos (bcrypt, Argon2).
  • Cacheo de consultas pesadas o procesos costosos.
  • Mejora en el uso de assets (minificación, CDN, versiones).

Estas mejoras aportan estabilidad a largo plazo y previenen futuros errores, tanto de funcionalidad como de seguridad.


6. Ampliación (nuevas funcionalidades)

El último paso, y probablemente el más satisfactorio, es extender la funcionalidad de la aplicación.

Esto puede incluir:

  • Nuevas vistas o módulos.
  • Integración con APIs externas.
  • Automatizaciones.
  • Reportes y dashboards.
  • Migraciones a SPA con Vue.js, React o Livewire.

Estas ampliaciones deben estar alineadas con la arquitectura y los principios implementados anteriormente. No se trata de «encajar» nuevas cosas, sino de construir sobre una base robusta.

Cada nueva funcionalidad debe tener su documentación, pruebas unitarias, pruebas de integración y consideraciones de seguridad.


Mantener en vez de crear: una oportunidad

En resumen, enfrentarse al mantenimiento de un sistema backend en PHP debe ser una tarea metódica, gradual y con foco en la calidad.

Trabajar siguiendo este orden:

  1. Entender el sistema desde el usuario.
  2. Auditar el código fuente.
  3. Corregir errores técnicos.
  4. Corregir errores lógicos.
  5. Implementar mejoras preventivas.
  6. Extender funcionalidades.

Es una forma profesional, segura y escalable de abordar cualquier proyecto heredado. Enseñar esta metodología a las nuevas generaciones de desarrolladores es una inversión a largo plazo en calidad de software.

Y en un mundo donde la mayoría de los desarrolladores aspira a crear desde cero, dedicarse al mantenimiento y evolución de proyectos existentes representa una oportunidad profesional sólida y, en muchos casos, infravalorada.

Aunque menos glamorosa que el desarrollo “greenfield”, esta labor es altamente valorada por las empresas, que a menudo enfrentan dificultades para encontrar profesionales capaces de comprender, respetar y mejorar sistemas heredados.

Se requiere una combinación de habilidades técnicas, criterio arquitectónico y humildad profesional para entrar en un código que no se escribió, entenderlo en su contexto y alargar su vida útil con decisiones acertadas.

Quien se especializa en esta disciplina encuentra un nicho menos competido, pero con una demanda real y sostenida, donde la confianza y el conocimiento acumulado son activos muy apreciados.

En definitiva, mantener bien también es construir.

Espero que esta guía te sea de utilidad, tanto si eres estudiante como si eres un profesional experimentado que desea sistematizar su enfoque.