Ser parte de los inicios de nuevas generaciones de técnicos en marketing digital, en sus múltiples perfiles y etiquetas.

Ayudar a los equipos humanos de las organizaciones a implementar y obtener el mejor rendimiento del medio digital.

¡Mola mucho!

El único coste para saber cuánto cuesta mi hora como formación o mentor es hacer clic.

Desde mis inicios en el mundo de las tecnologías, allá por 1989 desarrollando aplicaciones en Clipper que corrían sobre redes locales hasta hoy he sentido atracción por la formación.

Ayudar a otras personas a empezar su desarrollo profesional es muy satisfactorio.

En mis cursos de Formación Profesional para el Empleo mezclo la metodología de trabajo (la teoría) con muchísima práctica y, además, con un montón de anécdotas extraídas de mis 35 años de experiencia.

Eso sí, siempre digo a mis alumn@s que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Sobre todo me esfuerzo por aterrizar las expectativas en el terreno de la batalla real, especialmente aquel vinculado con la PYME.

Donde las habilidades blandas (negociación, empatía, escucha activa) y las metodológicas (planificación, objetivos, analítica, toma de decisiones) son tan importantes como saber crear un texto, editar una imagen o publicar un vídeo.

Además de Docente para la Formación Profesional del Empleo, formador a equipos de empresa, teleformador y, ocasionalmente, ponente, también he tenido que mentorizar a emprendedores.

La mentorización va un paso más allá de la formación.

En ésta, la formación, tu objetivo como docente es que la persona adquiera una serie de habilidades metodológicas (saber), habilidades técnicas (saber hacer) y/o habilidades sociales (saber ser) alrededor de un desempeño específico que puede ir desde desenvolverte con el Excel a nivel avanzado hasta ser capaz de desarrollar procesos de negocios con metodología BPM, BPMN y BPMS.

(Pasando por supuesto por formar en programación web, comunicación y marketing digital, posicionamiento, competencias digitales, aplicaciones en la nube… y así una larga lista.)

La mentorización no intenta tanto formar como orientar. No intentas que la persona adquiera unas habilidades, que también puede estar dentro de tu marco de intervención, sino ayudar a que sea capaz de enfocar, orientar y dirigir sus habilidades hacia un fin o meta que se ha propuesto.

Sin recetas milagrosas. Otra vez.

La mentorización requiere mucha escucha activa, mucho de ponerse en la piel de la otra persona, de entender sus propósitos para ser un semáforo en el recorrido y trayectoria que debe desarrollar.

Un semáforo no desde el punto de vista de dirigir hacia dónde sino de ayudar a entender las posibles consecuencias, perjuicios o beneficios, de la toma de decisiones; de ayudar a asumir las debilidades y reforzar la adquisición de las herramientas personales necesarias para superarlas; de ayudar a gestionar el éxito rápido e inesperado como a gestionar el fracaso o el crecimiento lento.

Y otra cosa, tremendamente relevante.

Cuando mentorizas no eres protagonista ni estás delante. Solo la dirección de la empresa o la persona que emprende saber que estás ahí. Para el resto del mundo tú no estás, no existes.

No puedes robar el protagonismo. Tampoco asumir la pérdida. Porque al mentorizar no tomas decisiones, ayudas en el proceso reflexivo de la toma de decisiones.

Como mentor eres testigo, sin más.

Hablamos de la teleformación

Desde la pandemia he impartido el doble de horas de teleformación que de formación presencial. Esta tendencia no fue puntual.

En 2023 mi tiempo invertido en teleformación superó con creces el tiempo invertido en formación presencial.

El modelo MOOC ya no está de moda, no porque haya desaparecido, sino porque se está convirtiendo en la norma.

Los itinerarios formativos donde la persona va adquiriendo competencias concretas que se adaptan a sus intereses, tendencias personales y metas existenciales están convirtiéndose en la norma, primero de manera informal pero a no mucho tiempo, como parte de la educación formal.

Y, sobre todo, la visión de la formación profesional a lo largo de la vida, que nos empuja y conciencia a mantener una actitud de aprendizaje continuo desde que empiezas con 15 ó 16 años hasta el último de tus días.

Docencia
(y mentorización)

Desde el diseño de los contenidos, la metodología, la planificación hasta el diseño de itinerarios educativos, propuestas formativas innovadoras y planes formativos adaptados a necesidades específicas de la empresa.

Planificar

Dependiendo de la necesidad, el entorno, la entidad y el grupo de estudiantes, preparar las acciones formativas.

Impartir

Impartir la formación planificada atendiendo a su evolución natural y adaptando en tiempo real la planificación a la realidad.

Evaluar

Evaluar y hacer comprender a la persona que aprende su nivel de asimilación, la necesidad de refuerzo y las metas que ha alcanzado.

Acompañar

Guiar a la persona a través de su propio itinerario formativo (o su proceso de emprendimiento en la mentorización).

Mejora tu viaje digital con confianza y coherencia

  • Necesitas delegar con confianza.
  • Necesitas apoyarte con coherencia.
  • Necesitas saber que estaré a tu lado.