La web de micro-nicho que llegó demasiado pronto: ArteCar24

Esta historia es de un proyecto personal.
Trayectoria profesional: Qué hice o LinkedIn.

ArteCar24: coleccionismo y modelismo de automóviles a escala 1:24

Aunque fuese programador, me gustase crear contenido y, en general, vivía por y para la tecnología, lo que siempre me gustó fue aplicarla para aquello que me gustaba.

Todo empezó en 2004 con unos cochecitos de BBurago que reproducían vehículos clásicos y antiguos europeos y americanos. Su escala, la 1:24.

Siempre me sentí atraído por los primeros coches y la historia del automóvil antes de la 2ª Guerra Mundial.

El diseño elegante, la innovación tecnológica a pasos agigantados, la enorme variedad del mercado, la lucha por la supervivencia de las grandes marcas europeas y americanas, las particularidades del nicho canario en relación a su propia historia con el automóvil.

O todo eso junto.

Fuera lo que fuera que me atraía, a mí, como a Toni Segarra (de la agencia SCPF) cuando ideó el anuncio de BMW, me gustaba (y me gusta) conducir.

El asunto es que allá por finales de 1998, paseando por AlCampo con mi pareja vi, en la sección juguetes unos cuantos BBurago (la mítica marca italiana que hoy pertenece a la que era su gran enemiga, Maisto) unos cuantos cochecitos a escala 1:24 (unos 15 centímetros de longitud de media) que reproducían algunos Citroën, Mercedes Benz y Alfa Romeo históricos.

Bastó que ella me dijera «llévatelos» para desencadenar toda una larguísima historia que duraría más de 10 años.

Primero fue coleccionar, luego fue hacer maquetas y luego… tener una web para contar cosas sobre el hobby y, quién podría saberlo, ganar algo de pasta.

La cuestión es que a unos cuantos coches a escala 1:24 le siguieron otros cuantos. A estos les siguieron libros y más tarde maquetas, bastantes maquetas, que pasaron por mis manos y cobraron vida, no con mucho arte pero sí con el suficiente para merecer cierta admiración.

Pero como todo buen creador y artista, hacer eso y no poder compartirlo, sobre todo cuando la inmensa mayoría de coleccionistas de cochecitos en el país y en Europa lo eran de réplicas a escala 1:43 (la mitad de tamaño medio) y que la inmensa mayoría de modelistas del país y de Europa lo eran del mundo bélico, especialmente de la Segunda Guerra Mundial, y que la inmensa mayoría de los pocos que se dedicaban a montar maquetas de vehículos solo lo hacían del mundo del rally moderno… pues, como decía, hacer eso y no poder compartirlo sabía a poco.

Al principio simplemente participaba en foros. La ModelCarListSpanish era una sección de otra lista anglosajona donde nos encontrábamos latinos de todo el globo compartiendo nuestras creaciones. Pero no fue el único foro. Había unos cuantos, algunos se encuentran hoy, pero inactivos. Y solo se conservan porque generan tráfico y algunos céntimos de euro a través de AdSense.

Hasta que un buen día alquilé el dominio artecar24.com e instalé un Joomla!, que era el CMS de moda en aquel momento, allá por 2002 o 2003. Era el CMS que usaba en aquel entonces para hacer webs (hasta ese momento las programaba a manita). WordPress aún estaba naciendo (mayo de 2023).

En mi página web empecé a publicar mis trabajos modelísticos, el proceso de construcción de cada maqueta y el resultado final, junto a una historia del vehículo que reproducía.

También empecé a redactar un sinfín de artículos sobre historias de marcas y automóviles, sobre marcas antiguas y clásicas de juguetes o reproducciones a escala -que no son la misma cosa- y sus referencias lanzadas al mercado en escala 1:24. Lo que me llevó a su vez a crear una hoja de cálculo en Excel con todas las referencias del mercado que podría encontrar, consultando cientos de catálogos de decenas de marcas. Llegué a sumar una base de datos de más de 5.000 referencias, casi todas ellas desde los años 50s del pasado siglo XX.

Luego empezaron a llegar las colaboraciones o, para ser más exactos, las aportaciones. Personas que me mandaban fotos de su colección, de sus maquetas, de exposiciones de vehículos -reales-, de concursos de modelismo, de carreras. Y yo aprovechaba ese contenido para publciarlo.

Difundir lo que publicaba en la web en los foros ayudaba muchísimo a la divulgación de la web, pero publicar el contenido -las aportaciones- que otros aficionados me enviaban, eso sí que le dio un buen empujón.

Aquello me sirvió para aprender a posicionar en la pre-era del SEO en Google, a indexar, a movilizar una web a través de foros en la pre-era de las redes sociales, a redactar contenido que enganchase al lector, a editar fotografía, a buscar siempre incrementar el tráfico, a relacionarme con influencers… y a intentar vender espacio publicitario a las tiendas.

Pero como me había pasado antes y me pasaría después, llegaba demasiado pronto.

La triste historia es que incluso en 2014 o 2016, no lo tengo claro, hay como una espesa neblina en mi memoria con las fechas, cuando hice desaparecer la web después de más de 10 años gestionándola, eso de comprar y pagar por un banner aún no se entendía.

Mis primeras publicidades fueron de ModelCarWorld, una tienda alemana que me pagaba, creo recordar, unos 200 euros por un banner al mes (y que yo mantenía más tiempo solo para demostrar que me compraban ese espacio con la falsa ilusión que las tiendas españolas quisieran comprar espacio también, pero no lo hacían).

Pero aquellos ingresos apenas pagaban el dominio y el hosting web. Ni de lejos me financiaba el hobby. Eso lo hice de otra manera que te contaré algún día.

Se publicaron en 2024 más de 500 artículos sobre el mundo del automóvil clásico y antiguo, eventos como concentraciones o concursos, historias, coleccionistas y sus colecciones. La web me abrió las puertas en Latinoamérica y en Europa… pero en ese minúsculo nicho.

Porque todo eso fue para un minúsculo nicho de personas interesadas en lo mismo que me interesaba a mí. No sería la primera ni la última vez que me pasase.

Como sobre 2016, cuando dejé la que era mi sueño empresarial, NexGlobal, en manos de un socio ladrón, mentiroso y psicópata, no tenía ni un chavito en el bolsillo. Me fui de la empresa con un ordenador -el que me había comprado mi pareja, por cierto- y nada más.

Tenía muchos proyectos personales como ArteCar24, que me llevaban tiempo, esfuerzo y cero euros. Aún la masa de usuarios en Internet seguía sin ser tan masiva como lo es hoy, lo que haría que esos micro nichos en los que me centraba -porque me gustaban- pudieran ser rentables. Hoy sí. Hoy las oportunidades están en los nichos y los micro nichos.

Así que me deshice del alojamiento, primero, eliminando la web y redireccionando el dominio a un blog hecho en Blogger (porque no me costaba dinero). Pero la verdad, ya no tenía impulso ni ganas. Ya no coleccionaba diecast 1:24 ni montaba maquetas ni participaba en eventos ni llevaba mis modelos a ninguna concentración. Perdí todo el interés. Decepcionado acabé por dar de baja también el dominio.

Cosa que involuntariamente también afectó a otros proyectos, de los que te iré contando en esta web, por cierto, como NoSoyUnParado.es. Pero eso es otra historia.

Al año siguiente, presumiblemente 2016 o 2017, reapareció una web bajo ese dominio. Era normal, solo el dominio valía dinero por su antigüedad. Cosa a la que yo no le supe prestar atención. Al principio era una página donde se promocionaba un radiocasete. Entiendo que para darle un mínimo de contenido y poder venderlo. Unos mil y pico de dólares pedían por recuperarlo.

El año pasado, más por nostalgia que por ganas, quise recuperarlo de nuevo y, ¡oh, sorpresa!, el dominio lo tenía una empresa de marketing digital. O supuesta empresa, porque me da que era fake. Seguramente quien tenía el dominio investigó, me encontró y dedujo que su contenido original debería ser ese.

Hoy, artecar24.com, es una página de malware que deriva a publicidad engañosa y contenido falso que intenta atrapar al usuario con falsos mensajes, adaptando su contenido a tu perfil de navegación (por ejemplo, si detecta que usas un MAC te dará información de Apple y un aviso para que te descargues tal o cual software antivirus -que obviamente es malware-).

Y sobre lo que coleccioné y lo modelos que monté, aún están en casa, en unas enormes vitrinas que intentan impedir que se llenen de polvo y suciedad. Más de 1.000 reproducciones a escala de todo tipo de automóviles, camiones y motos, que recorren la historia de los primeros 115 años de la automoción, con más de 100 libros y todavía unas 30 maquetas en sus cajas esperando a ser armadas y expuestas algún día.

He intentado vender todo eso, de golpe. Pero los coleccionistas son (cuando yo era uno decía «somos») malas personas. Lo primero que hacemos cuando encontramos un cadaver (a otro coleccionista que abandona su afición) es intentar extraer lo mejor de lo mejor, lo que no tenemos, lo que anhelamos, lo que ansiamos, al precio más bajo posible. E, incluso, si hay una pieza que no queramos pero que le vemos potencial de ganancia, intentamos comprarla tirando el precio.

Eso han hecho conmigo, intentar desmembrar la colección. Si hago eso perderá todo su valor (unos 25.000 euros tasados). Y no es lo que quiero. Supongo que en algún momento de mi vida, cuando tenga tiempo -jubilación, seguramente- montaré una tienda online y poco a poco iré subiendo todo eso y lo intentaré vender revalorizando su valor, ya que serán todos piezas descatalogadas muy difíciles de encontrar en muchos casos. Y lo convertiré en un sueldito extra que complemente la exigua jubilación de un autónomo. Quién sabe.

Sobre cómo esa colección me la autofinancié vendiendo juguetería antigua a coleccionistas, lo contaré otro día. Lo mismo que trabajé un par de años como representante en Canarias para un distribuidor nacional, a la par que incumplidor y mentiroso. (No lo sé, se ve que tengo mala mano para buscar compañía en los negocios. Siempre me va mejor si voy solo por el mundo.)

Me dejo muchas cosas en el tintero que voy reencontrando o recordando, como mi fuerte vinculación al foro español AutoEscala. Quizás más adelante haga actualizaciones de esta historia.


De qué me arrepiento con ArteCar24

Lo que si quería añadir, por último, es de lo que me arrepiento. Ojalá aquellos coches de BBurago que encontré en la sección de juguetería de AlCampo hubieran sido 1:43.

El nicho de coleccionistas y modelistas es mucho más grande. Muchísimo e infinitamente más grande. En el mismo espacio caben menos modelos. La oferta en el mercado es infinitamente más amplia y en un rango de precios que va desde lo baratísimo a lo carísimo.

Habían muchos más foros, webs y tiendas interesadas en promocionar 1:43 que 1:24 (que éramos, en aquel entonces y ahora lo son, los raritos). Creo que mi error no fue elegir un nicho (coleccionismo y modelismo de vehículos a escala y automobilia) sino centrarme en un micro nicho dentro de ese mismo que era ridículamente enano.

Antes y ahora.

Creo que de haber estudiado antes (haber hecho un pseudo-estudio de mercado aunque fuera informal), me hubiera facilitado mucho la vida. A la hora de coleccionar, por el espacio, a la hora de montar maquetas, por mi obsesión con la perfección -aunque mi técnica era media, ni buena ni mala- ya que a esa escala tienes que sacrificar mucho porque los detalles se vuelven imperceptibles -si bien hoy puedes encontrar vehículos de radio control a 1:43, una maravilla-.

Habría tenido más mercado para comprar y vender, mejores oportunidades para liquidar hoy la colección, más visitantes en la web, más negocios a los que podía vender espacio publicitario o recomendación o inserción publicitaria en los artículos o enlaces entrantes.

Pero sobre todo me arrepiento de haber eliminado la web. Si la hubiera dejado tal cual e insertado Google AdSense habría sido una fuente de ingresos pasivos continua, un pequeño goteo de euros, que habría sido muy interesante tener. E, incluso, pasada la decepción, seguramente habría retomado el proyecto o lo habría migrado a WordPress (hoy hay herramientas maravillosas para hacerlo rápido y fácil).


De qué me enorgullezco con ArteCar24

De lo que aprendí. De lo que viví gracias a ese hobby. De las personas que conocí virtualmente pero también en persona. De las horas de entretenimiento en mi taller, ensimismado y aislado del mundo. De las experiencias que me aportó como vendedor de coleccionismo y como representante de distribuidor.

Aunque esto lo digo porque necesitaba decir algo bueno. Los arrepentimientos, entre tú y yo, son mayores (bloque anterior).

Pero es que no quería terminar esta historia con un mal sabor de boca.


Si tienes curiosidad:
archive.org/.../artecar24.com


La historia del proyecto ArteCar24.com, una web de micro-nicho que existió durante más de 10 años para coleccionistas de diecast y modelistas de vehículos a escala 1:24.
Una de mis vitrinas con mis maquetas hechas por mí.

Primera versión del texto del jueves 22 de febrero de 2024. Sin revisión posterior.