Un concepto que no existía, el home coaching: BricoIsla

Esta historia es de un proyecto personal.
Trayectoria profesional: Qué hice o LinkedIn.

BricoIsla: más que servicios de chapuzas a domicilio, un servicio que podría ayudarte a crear espacios funcionales y útiles porque una casa que funciona = un hogar más feliz.

Estábamos en septiembre de 2015 y aún faltaba casi un año entero antes de que acabase hasta los eggs de mi propio proyecto empresarial y saliese por patas de esa maldita oficina en la Avenida lagunera de la Trinidad.

(Una cosa llamada NexGlobal, antes NexBoreal, de la que aún no he hablado en este blog, al menos no cuando estoy escribiendo sobre BricoIsla.)

Estaba en ese momento buscando seguir emprendiendo pero en un proyecto propio, mío, personal, sin socios, sin emplead@s. Y se me ocurrió que una red de chapuzas a domicilio con una potente imagen de marca, una buena comunicación y, sobre todo, unos valores y una misión y visión bien definida, algo que era (y sigue siendo) totalmente novedoso en el sector, podría funcionar.

Porque quienes instalan lámparas, cambian grifos, instalan termos, reparan cuadros eléctricos, arreglan puertas, montan muebles o cubren desconchones en paredes tienen algo en común (y lo digo desde el máximo respeto y admiración): su visión no va más allá de las herramientas, los materiales y el trabajo puro y duro.

Yo quería unir eso mismo, lo que ya se hacía, al concepto de crear hogar. A un concepto que llamaría (y en ese momento aún nadie lo había usado) #HomeCoaching.

¡La leche!

Los ejes que daban forma al concepto de BricoIsla, hecho en Blogger.com.

La idea práctica de todo aquello es que cuando empezaran a llegar los clientes, si llegaban, yo mismo cogería mis herramientas y como ya era autónomo (socio del puñetero NexGlobal Comunicación y Marketing SL) prestar el servicio.

Siempre he sido un manitas y aunque no me gustaba ensuciarme mucho, la verdad, sí que disfrutaba con el bricolaje y el hazlo-tú-mismo.

En líneas generales la mayoría de reparaciones y tareas que te pueden pedir en un hogar era (y soy) capaz de hacerlas. Y de hacerlas bien, con poca diferencia de un profesional, modestia aparte.

Solo le iba a añadir una buena presencia y palique extraído del pujante mundo del coaching.

¿Qué podría salir mal?

Con lo que no contaba era con MI momento personal y con lo profundo que había caído por culpa de un sueño frustrado.

Cuando ideé BricoIsla y monté la web y las redes sociales recuerdo haber recibido la felicitación de una pro del mundillo del marketing digital, sin saber que era yo, con quien tiempo atrás había tenido un rifirafe por cuestión de unos cursos que tardé en cobrar. Nada importante. Pero aquel roce enfrío una relación profesional que podía haberme dado alguna que otra oportunidad. ¡Quién sabe!

Todo el proyecto lo monté «eeen seeecreeetooo» pero como soy un bocas, un indiscreto, a alguien tuve que habérselo contado, ilusionado y entusiasmado. Y ese alguien tuvo que ir de correveidile al socio que en aquel momento mangoneaba la empresa a su gusto aunque no tuviese ni más ni menos representación que yo mismo o un tercer socio que nos acompañaba dando tumbos.

Y siempre recuerdo el mensaje que me hizo llegar: ya se aburrirá, déjalo.

Mensaje que me llegó por ese tercer socio que hacía las veces de intermediario entre ambos. Entre el socio psicópata y quién te escribe, el socio inteligente pero tonto.

Pero, la verdad, mirándolo en retrospectiva, tenía razón. Solo tenía que dejarme y la propia presión de gestionar, dirigir y controlar como gerente que ejercía más la presión de la vigilancia en el aspecto técnico (porque la verdad, l@s emplead@s que teníamos, no es que fueran malos, pero buenos, buenos -como algunos se vendían- no eran -a nivel técnico, hablo-).

Las constantes broncas en NexGlobal, los dimes y diretes, la presión de lo económico, el despilfarro del socio psicópata, el doble juego del tercer socio, a quien llamaré el intermediario, los clientes que se iban y los que no terminaban de entrar, me tenían totalmente fundido.

Suelo jactarme de tener la presión bajita y ser un pachorrudo pero en aquella época andaba siempre rojo como un tomate, enfadado, acalorado y todo eso apuntando a una afección al sistema digestivo. La ansiedad y el estrés estaban pasándome un rodillo por encima.

BricoIsla fue solo un intento de huir, de escapar. Por eso aquella historia (NexGlobal) es parte de esta historia (BricoIsla).

El target de BricoIsla eran l@s vecin@s que necesitaban hacer una reparación pero también lo eran las personas que querían poner orden en su vida a través de poner orden en su hogar, porque un hogar desordenado es el reflejo de un estado personal caótico.

Siempre he creído que sin llegar a la obsesión, un hogar agradable, que te incite a estar y no a huir, con un cierto orden -sin llegar a la obsesión-, limpio -sin exageraciones-, fácilmente usable -sin perder la cabeza con el orden, el minimalismo o la utilidad-, facilitaban que tu cabeza también estuviese ordenada, sana y limpia.

A muchas personas, aunque parezca ridículo, les cuesta ver cómo organizar y ordenar su vivienda, cómo hacer que una casa se convierta en un hogar.

Estas ideas en absoluto son nuevas.

  • El feng shui es una reconocida filosofía china que versa, precisamente, sobre esto mismo que te estoy escribiendo, solo que con una capita de pintura color palique y misticismo por encima.
  • Las distintas corrientes de interiorismo y decoración buscan igualmente que persona y vivienda conformen un todo llamado hogar.
  • Jordan Peterson, el polémico psicólogo canadiense adorado por millones de jóvenes (te gusten o no sus ideas y discursos) invita a que empiecen a ordenar su cuarto antes de empezar a ordenar su vida. Indistintamente de lo que pienses de él, es un gran consejo para las nuevas generaciones. Afirma que nadie va a cambiar el mundo si antes no es capaz de cambiarse a sí mismo. Y que nadie es capaz de cambiarse a sí mismo si antes no es capaz, ni siquiera, de cambiar su espacio vital –su cuarto cuando hablamos de gente joven-.

Así que no, el #HomeCoaching no era algo nuevo, pero sí lo era traerlo al mundo de las chapuzas y el bricolaje. Y en Canarias, sin lugar a dudas.


Lo que quedó del BricoIsla

De todo aquello no queda nada. En 2018 quise retomar la idea pero la acabé reconvirtiendo en un blog llamado De.Bricolaje que pretendía posicionarse, ganar tráfico y ganar algunos euros con AdSense y la afiliación de Amazon.

Obviamente no pasó de un intento. En ese año apenas llevaba año y medio intentando empezar a sobrevivir como freelance, solo en el mundo del marketing digital. Daba tumbos tocando puertas, implicándome en proyectos, buscando apoyos como mi corta estancia en C-PAS SL que no dio lo frutos que empresa y yo mismo pretendíamos.

Empezaba a poner la mirada en la docencia. Me acercaba a la frontera de los 50. No conseguía mantener una facturación continua.

Hoy no es sino un blogspot abandonado que aún conserva los primeros artículos escritos para lo que fue la web de un bonito proyecto que escondía una necesidad de huir, de escapar de mi propio sueño convertido ya en 2015 en una cárcel.

Junto a un texto escrito en 2018 sobre el #HomeStaging, que no es otra cosa que el home coaching aplicado al sector inmobiliaro para crear una mejor impresión en futuros compradores o arrendadores.

Parece que mi idea no solo había sido una tontería efímera sino que a otras personas se les había ocurrido algo similar aplicado en sectores que no me habría imaginado hasta aquel momento.

Otra cosa que permanece es la cuenta de Twitter (llámalo X).

El último tweet, 1 de diciembre de 2015.

Hoy he vuelto a reservar los dominios .com y .es así que, quién sabe.

Igual ahora es sí es el momento.


La «mascota» de BricoIsla, creada por mi hija de 14 años, en múltiples poses.

Arrepentimientos con BricoIsla

Pocos. Ninguno. La verdad ni siquiera recordaba esta historia hasta que empecé a rememorar todas mis aventuras digitales. Fue hace algunas semanas cuando recordé todo esto. Ni siquiera recordaba el nombre que le había dado al proyecto. Fue blogspot y la supervivencia de esos restos abandonados quien me lo recordó.

Ha sido al escribir esta historia, que espero te esté gustando y siendo útil, cuando he rememorado todo lo que envolvió el nacimiento de este proyecto que tuvo una vida tan breve, apenas 4 meses.

Como con todas las webs que he tenido sí que pienso que ojalá no me hubiese desecho del dominio y del trabajo que hice con la web.

Al menos hoy tendría un .com con autoridad por antigüedad y, quien sabe, una potencial herramienta con la que generar algunos ingresos con AdSense, con la que contratar algún trabajo de reformas y poder subcontratarlo a otros autónomos o con la afiliación de AliExpress o Amazon y la explotación de sus categorías herramientas, bricolaje y ferretería. O incluso una tienda online con dropshipping.

Las posibilidades son tantas.


Mi principal aprendizaje

Sin duda el principal aprendizaje es que nunca, jamás de los jamases, emprendas desde el dolor y el sentimiento de querer huir.

Eso aplica para cuando estás trabajando, con nómina, para una empresa y estás hasta las narices. Emprender consume tiempo, consume esfuerzo y consume recursos (no necesariamente siempre euros).

Si tienes que cumplir con unas obligaciones con un tercero para sostener tu vida (alquiler o hipoteca, alimentación, entretenimiento, etc…) lo que debes y necesitas hacer es reservar un espacio de tu vida (por ejemplo, todos los días de 20:00 a 22:00 horas voy a avanzar en un proyecto) y dedicarlo a tu sueño.

Ni más. Ni menos.

Debes ser constante y apostar por el medio y largo plazo.

Construir pieza a pieza.

Así conseguirás tu primer cliente, emitirás tu primera factura. Y luego vendrá una segunda y una tercera. Hasta alcanzar un momento en que tendrás que decidir dar el salto y dedicarte de pleno.

Pero habrá un proceso de aprendizaje, de construcción, que ya habrás recorrido. No empiezas de cero. Ya te habrás equivocado y habrás que tenido que cambiar el rumbo una y mil veces.

No emprendas por despecho.

No emprendas si «no estás bien».

(Y quería añadir que no emprendas por necesidad, pero hay personas que están en situaciones que no les quede otra que emprender para sobrevivir, así sea vender empanadas en la calle, pero eso es otra historia. Aún así, en una situación así, siempre será preferible trabajar para otra persona hasta poder estabilizarte y generar una oportunidad para emprender con un mínimo de probabilidad de éxito.)


Si tienes curiosidad:
https://twitter.com/bricoisla



Primera versión del texto del miércoles 13 de marzo de 2024. Sin revisión posterior.