Esta historia es de un proyecto personal.
Trayectoria profesional: Qué hice o LinkedIn.
NoSoyUnParado: ayudar a difundir ofertas de empleo al mayor número de personas posible.
No es tanto la tecnología lo que me apasiona sino lo que puedo hacer con la tecnología y cómo puedo influir en la vida de otras personas, mejorándola (o intentándolo).
Si bien, en un momento dado, puse el botón «donar» de PayPal (proponía 1€ de donación para sostener el proyecto). Los ingresos recibidos de este proyecto fueron 0€ durante toda su existencia. Aunque recibí muchos emails de agradecimiento. Nadie estaba dispuesto a apoyarlo con 1€. Esto me enseñó que la cultura latina NO es la cultura anglosajona.
He sido empleado, autónomo, empleado, empresario, empleado y ahora otra vez autónomo.
El trabajo como una pieza más en el puzzle de la vida.
Ese era el lema que en 2010 me impulsó a crear primero un blog y luego un robot en Twitter.
En el blog escribía sobre búsqueda de empleo, estrategias, coaching y orientación laboral, noticias, review de portales y webs, entre otras cosas.
Es decir, intentaba aportar contenido de valor para las personas en esa situación.
Pero no era lo principal. Lo principal era cubrir una necesidad con la que me había encontrado: unificar las múltiples fuentes de ofertas que existían en aquel momento, la mayoría publicadas en blog pero también en incipientes plataformas como InfoJobs (nacida unos 2 años antes, en 1998).
La cuestión es que si querías buscar trabajo, en aquellos años y en Internet, tenías que navegar por múltiples sitios y, primero, encontrarlos.
Quería solucionar eso.
Pero, ¿por qué? A finales de 2009 me despidieron improcedentemente de la Fundación Canaria de Investigación y Salud. Llevaba unos 12 años trabajando para la Sanidad Pública canaria, primero en el Servicio Canario de la Salud hasta que iba a cumplir los 3 años, luego como autónomo y por último y por fin de la citada FUNCIS.
No fueron años buenos. La sede de Las Palmas tenía absolutamente ninguneada a la sede de Tenerife. De hecho los últimos años de mi estancia en esa Fundación fueron de total hastío y tedio. Sin funciones claras, solo veía entrar y salir personas hermanas de, hijos de, conocidos de, sin nada que hacer en concreto, con funciones un poco inventadas de esto y lo otro.
No narro esto por reproche sino para entender por qué, al terminar de trabajar allí y tras un breve paso por PROYECTRAN SL como programador (de más o menos un año) me lancé a intentar hacer cosas por mi cuenta.
No se trataba solo de aportar técnicas, trucos y conocimiento para mejorar las técnicas de búsqueda de empleo, se trataba también de dar visibilidad a las ofertas utilizando Twitter.
En aquel entonces los bots de Twitter eran tendencias. Había muchas cosas molestas, autoreplicadores de perfiles reales, bots que saturaban con spam. Era la época en que se vendían y compraban seguidores y eso no daba la nota (cosa que se mantuvo algunos años).
Para mí, como programador, poder automatizar contenido me parecía una gran idea, una idea fantástica. Aún lo sigo creyendo. Siempre que esa automatización resulte en algo útil y que aporte valor.
No en una maldita estafa piramidal ni en copiar y pegar contenido relevante de otros perfiles para que el algoritmo recomiende el contenido copiado y no el original, llevándose el rédito de la visibilidad y el engagement.
Botize (nace en 2012), divlr.it (nace en 2009) e IFTTT (nace en 2010) permitían la automatización de tareas tales como de un listado de títulos y enlaces, lanzar aleatoriamente uno como un tweet (Botize). O de un RSS extraído de un blog cualquiera lanzar un tweet con el título del post y su enlace (dlvr.it). O de una serie de frases y lemas, lanzarlos en momentos concretos -cada viernes a las 8:00, por ejemplo- (IFTTT). O por ejemplo, retuitear un tweet de una cuenta que publicaba ofertas de empleo -mencionado a la cuenta original- (IFTTT).
Estas eran las bases que necesita a para crear un perfil que recopilase ofertas de múltiples fuentes vinculadas a Tenerife (primero) y a Canarias (después) y publicarlas automáticamente en un único lugar, en el perfil de @nosoyunparado. Perfil que aún existe y que llegó a tener +14.000 seguidores muy activos que compartían y atraían a más personas. Y eso sucedió de manera automática, sin prácticamente mi intervención.
De hecho no me había dado cuenta del crecimiento de esa cuenta hasta tiempo después de haber abandonado el proyecto. Para mí el reto fue montar la estructura y, de vez en cuando, corregir los errores. Por ejemplo, se cerraba un blog y ya no generaba contenido o cambiaban las políticas de la API de Twitter y entonces ya no se podía hacer retweets automáticos con menciones activas.
Recibí correos de personas agradeciendo e historias personales que publiqué en el blog y que formaron par del casi un centenar de artículos publicados. Y en el perfil de Twitter se publicaron miles de tweets con ofertas. Pero miles. En su mejor momento, al día, se tuiteaban decenas de tuits con un enlace a alguna oferta, algún mensaje motivador o la recomendación de alguna lectura en el blog.
Hoy, nosoyunparado.es es una web que ya no existe, el dominio está libre. Quizás, tras hacer memoria, me dé por recuperarlo y volverlo a reservar. O quizás lo abandone.
El perfil es inaccesible porque dependía de un correo del dominio artecar24.com, proyecto del que ya hablé en esta, mi casa virtual. Y como ese dominio es prácticamente imposible recuperarlo porque ha sido presa desde que lo abandoné de revendedores (debido a la autoridad que llegó a tener) pues la cuenta fue imposible de recuperarla para reutilizarla para otra cosa.
Abrí más de 10 incidencias en Twitter solicitando que me ayudaran, en su época de apogeo woke, cuando eran decenas las personas que decían trabajar allí (mientras en realidad se dedicaban al postureo, como si aquello fuera una Consejería de una Comunidad Autónoma en España, o al menos así lo declaró Elon Musk en relación al despropósito que era Twitter en España y otros países).
Nunca, pero nunca, me contestaron.
El dominio y la web desaparecieron pronto, quizás por el año 2014 o 2015. El último artículo del blog lo escribí en julio de 2013 con el título Las aptitudes y la actitud en la búsqueda de empleo. El último tweet automatizado antes de cancelar las automatizaciones fue en 2016 con el retweet de una oferta de un perfil que publicaba ofertas en el ámbito del cine.
Sí recuerdo que este proyecto, como otros que tuve, que nacieron a título personal antes de emprender mi proyecto empresarial frustrado, NexGlobal -NexBoreal antes-, pasaron a formar parte de aquella estructura empresarial. Y cuando abandoné la empresa, quizás un poco antes, quizás un poco después, lo hice desaparecer.
Lo que aprendí con NoSoyUnParado
El principal aprendizaje con este proyecto fue que la automatización de contenidos puede ser útil siempre que aporta valor. Un aglutinador o un centralizador de ofertas sigue siendo tan necesario hoy como lo era en 2010.
Todavía hoy las ofertas de empleo se utilizan maliciosamente como ganchos para generar tráfico y ganar euros a través de clics con Google Adsense o alguna afiliación como Amazon donde ofreces libros.
También se usan las ofertas de empleo para capturar datos personales o emails. O se ofertan empleos que realmente son sistemas ponzi o esquemas piramidales en los que terminan vendiéndote unos manuales para que te hagas agente inmobiliario dándote de alta como autónomo o autónoma.
Pero también aprendí que en el mundo latino no estamos dispuestos a agradecer o a pagar. El botón «donar» de PayPal nunca generó nada, ni un euro. Más allá de un tweet de agradecimiento, nunca nadie quiso aportar contenido -apoyar realizando alguna labor en el proyecto- y nunca nadie quiso aportar un valor económico a lo que recibía.
Con el tiempo y el desgaste, las situaciones personales y las propias necesidades te cansas de aportar a cambio de nada. Y eso te hace madurar. Si voy a aportarte algo en forma de contenido o en forma de bot, es porque voy a obtener algo aunque no lo pagues tú.
Y Google Adsense tampoco es que fuera la alternativa en aquel momento y para este proyecto. Los ingresos generados eran ínfimos para el volumen de tráfico, ya que la principal herramienta era el bot, en Twitter.
Todavía hoy sigo experimentando con las automatizaciones. Pero por mera curiosidad innata y placer a la hora de construir algo. No lo lanzo al mercado a no ser que tenga una vía de monetización clara y rentable en el corto-medio plazo.
Si tienes curiosidad:
archive.org/.../nosoyunparado.es
Primera versión del texto del miércoles 28 de febrero de 2024. Sin revisión posterior.