De aquí a 100 años, todos autónomos

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(O eso creíamos hace 12 años.)

Búscate un buen trabajo para toda la vida, decían nuestras madre. Saca unas oposiciones o busca una empresa que te permita tener un sueldo para que puedas jubilarte sin sobresaltos. Claro que nuestras madres no sabían de primas de riesgo, reformas laborales ni índices de desempleo.

El perfil del empleado fijo tiende a desaparecer y gana peso el perfil del profesional independiente. Aquel que proporciona un servicio de calidad a varias compañías al mismo tiempo y que cobra sus honorarios de manera más o menos regular. Aunque el trabajo fijo seguirá existiendo sobre todo asociado a trabajos con las administraciones públicas, hasta los sindicatos se han dado cuenta que la fiesta del despilfarro ha terminado y toca empezar a mirar con lupa los gastos de personal y los convenios laborales dorados.

(O al menos eso es lo que parecía en 2012, hace 12 años, porque hoy -2024-, cuando republico este texto de nuevo, la tortilla parece haberse virado de manera sorprendente. O no tanto.)

Mucho de estos profesionales independientes están esperando como agua de mayo la ley de emprendedores anunciada por el gobierno. Esta ley es la última oportunidad para que la opción de ser autónomo deje de ser el plan B de todo profesional que se precie, para convertirse en una alternativa real para poder desarrollar tu carrera profesional.

(Finalmente esa ley de emprendedores no sirvió para nada. Y hoy -2024- los autónomos y autónomas de este país están bajo hostigamiento continuo por parte de las administraciones públicas. Somos el enemigo a batir.)

En la actualidad el ser autónomo en España supone asumir demasiados riesgos. Tanto que a muchos les compensa estar fuera de la ley y entregarse a los brazos de la economía sumergida.

Pero todos sabemos la cantidad de ideas y experiencias que atesoran los autónomos. Solamente es necesario allanarles el camino para que generen empresas, recursos y puestos de trabajo.

Todos los que han sido autónomos o empresarios saben la odisea que supone tener que lidiar con el papeleo y la burocracia de las administraciones públicas a poco que quieras optar a algo de ayuda o subvención. Habría que simplificar todas esta maquinaria que no sirve sino para consumir tiempo y esfuerzo del emprendedor.

  • ¿Cuántos desempleados se darían de alta como autónomos si pudieran disponer de una moratoria en su prestación que les permitiera establecerse en el mercado?
  • ¿Cuántos de ellos se convertirían en emprendedores de éxito en un par de meses y no sólo dejarían de lastrar al sistema con su prestación, sino que generarían tejido empresarial y oportunidades de trabajo para otros?

Solamente como dato, en Reino Unido puedes empezar a facturar como empresa en 3 horas y por 71€.

Esto es lo poco que le falta al autónomo español para empezar a generar riqueza en lugar de esperar la llamada de ese departamento de recursos humanos donde dejaste el último curriculum.

(Artículo publicado originalmente en la web de NexBoreal.com, lo que fuera mi primer proyecto de empresa de marketing digital e Internet con una visión 360º, también mi primer fracaso y también el germen de lo que luego fuera NexGlobal.es. El artículo fue publicado el 10 de junio de 2012.)