Cuando estamos desarrollando aplicaciones, como por ejemplo un frontend web con HTML, CSS y JavaScript, es común enfrentarnos al desafío de organizar nuestro código de manera eficiente.
Para lograrlo, hay dos conceptos clave que nos ayudan a mejorar nuestro flujo de trabajo: la programación modular y el trabajo por versiones.
En este artículo, exploraremos cómo aplicar estos enfoques para diseñar y construir aplicaciones funcionales de forma progresiva y organizada. También veremos ejemplos prácticos que te permitirán entender cómo implementarlos en tus propios proyectos.
Este artículo es introductorio y está destinado a personas que están empezando a programar. Si eres un crack fullstack con ínfulas de semidiós, ahórrate el tiempo en leer.
Aquí somos gente sencilla.
¿Qué es la programación modular?
La programación modular consiste en dividir un sistema grande en partes más pequeñas y manejables, llamadas módulos.
Nada más.
Esa es la idea principal que debes aprender.
Cada módulo tiene una responsabilidad específica y puede ser desarrollado, probado y mantenido de forma independiente.
Y esta es la idea secundaria que debes sumar a esa primera.
La cuestión es que ese pensamiento modular te ofrece tres beneficios básicos que no son nada desdeñables:
- Reutilización de código:
Un módulo puede ser utilizado en diferentes partes de una aplicación o incluso en diferentes proyectos. Como ese tupper de lasaña que te salva la vida más de una vez. - Facilidad de Mantenimiento:
Si surge un error, solo necesitas revisar el módulo correspondiente. Nada de buscar la aguja en el pajar (bueno, casi nunca, a veces…). - Escalabilidad:
Agregar nuevas funciones es más sencillo, ya que cada módulo se integra al sistema sin afectar al resto. Más fácil que armar muebles de Ikea, garantizado.
En JavaScript, estos módulos pueden implementarse con funciones, objetos o clases, y puedes organizarlos en archivos separados para mantener un código más limpio y comprensible.
Ejemplo de programación modular
Imagina que deseas crear una aplicación para gestionar tareas. En lugar de construirla por completo de una vez, decides abordar el problema por partes.
- Definirás una forma de agregar tareas.
- Agregarás la funcionalidad para visualizarlas.
- Implementarás una opción para marcarlas como completadas.
- Por último, crearás una función para eliminar tareas.
Tu código quedaría algo así:
class Task {
constructor(name) {
this.name = name;
this.completed = false;
}
}
class TaskManager {
constructor() {
this.tasks = [];
}
addTask(name) {
const task = new Task(name);
this.tasks.push(task);
console.log(`Tarea agregada: ${name}`);
}
showTasks() {
console.log('Lista de tareas:');
this.tasks.forEach((task, index) => {
console.log(`${index + 1}. ${task.name} - ${task.completed ? 'Completada' : 'Pendiente'}`);
});
}
}
const manager = new TaskManager();
manager.addTask('Aprender Programación Modular');
manager.addTask('Practicar JavaScript');
manager.showTasks();
Este ejemplo refleja perfectamente el enfoque modular. La clase Task
se encarga únicamente de definir el objeto tarea, con sus propiedades name
y completed
. Esta es su responsabilidad exclusiva.
Por otro lado, TaskManager
funciona como un módulo independiente para gestionar las tareas. Implementa métodos específicos (addTask
y showTasks
) que encapsulan las operaciones necesarias sin afectar el resto del sistema.
Si quisieras añadir nuevas funciones o cambiar la forma en que se muestran las tareas, solo tendrías que modificar este módulo, sin alterar otros componentes.
Cada clase y método cumple un propósito claro, lo que facilita la reutilización y el mantenimiento. Además, esta separación de responsabilidades te permite probar cada parte de forma independiente.
Al final, modularidad significa menos dolores de cabeza y más tiempo para celebrar cuando tu código funciona (o para llorar cuando no lo hace, pero con dignidad).
Esto es así porque cada función tiene una responsabilidad clara, lo que hace que el sistema sea fácil de entender y mantener.
Como una buena playlist para bajar al sur: cada canción en su lugar.
Trabajo por versiones: Agile y el MVP
La filosofía de trabajo por versiones implica crear una versión funcional de tu aplicación con lo mínimo necesario para cumplir su propósito, conocida como MVP (Minimum Viable Product).
Luego, iteras sobre esa base, agregando nuevas funciones y mejoras de manera incremental. Pero no como quien «solo va a mirar» al IKEA y termina saliendo con una estantería de 200 piezas.
Los pasos clave en el trabajo por versiones vendrían ser algo así:
- Desarrollo del MVP:
Crea la funcionalidad principal. Asegúrate de que cumpla con su objetivo básico. - Pruebas:
Verifica que todo funcione correctamente. Y hazlo a mala fe. ¡Castiga tu código! - Iteración:
Agrega nuevas características en pequeñas versiones sucesivas. - Validación Continua:
Después de cada cambio, realiza pruebas y recibe retroalimentación.
Este enfoque, inspirado en las metodologías Agile, permite detectar y resolver problemas rápidamente, asegurando que siempre tengas un producto funcional.
Sin dramas, sin malabares.
Ejemplo simple con JavaScript
Veamos cómo aplicar estos conceptos con un ejemplo simple extendiendo el ejemplo anterior.
Versión 2: Marcar Tareas como Completadas
class TaskManagerV2 extends TaskManager {
completeTask(index) {
if (this.tasks[index]) {
this.tasks[index].completed = true;
console.log(`
Tarea completada:
${this.tasks[index].name}
`);
} else {
console.log('Tarea no encontrada.');
}
}
}
Versión 3: Eliminar Tareas
class TaskManagerV3 extends TaskManagerV2 {
deleteTask(index) {
if (this.tasks[index]) {
console.log(`
Tarea eliminada:
${this.tasks[index].name}
`);
this.tasks.splice(index, 1);
} else {
console.log('Tarea no encontrada.');
}
}
}
Cada versión del código agrega una funcionalidad nueva, sin afectar el código existente.
(Además estamos aprovechando, de paso, la característica de herencia de los objetos.)
Esto refleja la filosofía de construir sobre una base estable y funcional.
Pensar en bloques de Lego
Adoptar la programación modular y el trabajo por versiones te permitirá desarrollar aplicaciones más organizadas y escalables.
Al dividir tu proyecto en módulos y seguir un enfoque incremental, no solo mejorarás la calidad de tu código, sino que también optimizarás el tiempo y esfuerzo invertidos en cada tarea.
Mantener una base estable y funcional te dará la confianza de que cada avance está bien respaldado.
Recuerda, construir software es como armar un set de Lego: bloque por bloque, hasta lograr el resultado deseado.
Y sin piezas de más, idealmente.
¡Ahora es tu turno!
Prueba estos conceptos en tu próximo proyecto y observa la diferencia. Y si algo falla… siempre puedes decir que era una feature sorpresa.
¡Feliz programación!