Google, Blogger y la frustración de un creador invisible: Un análisis crítico con pruebas

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Ayer, presa de la frustración, escribí en mi blog personal un tremendo desahogo por la tremenda frustración que me está provocando la indexación de este blog con casi 300 artículos, que hoy por hoy es de cero artículos indexados (Google ha desindexado totalmente el blog sin ningún argumento objetivo, o yo al menos no consigo encontrar las causas y la supuesta ayuda de sus plataformas -Search Console, AdSense, Blogger- son de todo menos ayuda real.)

Dicho lo cual sé que el tono es tan emocional que se desacredita a sí mismo. Es obvio, es como la lucha de David contra Goliat pero sin ninguna oportunidad de ganar ni cortándole el pelo a Goliat.

El asunto es que hace casi una década, en abril de 2015, inicié este blog como un espacio para compartir reflexiones, experiencias y contenido original. Con cerca de 280 entradas —muchas acompañadas de vídeos de mi canal de YouTube (ClaroQueSePuede Vlog)—, el proyecto creció hasta que, por diversas razones, lo dejé en pausa.

El año pasado, decidí reactivarlo: recuperé el dominio, lo reinstalé en Blogger y seguí al pie de la letra las directrices de Google.

Lo que vino después fue un laberinto de desindexaciones, rechazos de AdSense y silencio institucional con varios frentes que voy a abordar aquí, en este blog con tintes más profesionales, de manera más objetiva y argumentada.

Un intento de desvelar las vergüenzas del gigante de California.


Blogger: Un producto abandonado (pero rentable para la IA de Google)

No soy el único en notarlo: Blogger lleva años en modo «mantenimiento». Aunque Google no lo ha cerrado oficialmente (como hizo con Google+ o FeedBurner), su desarrollo es prácticamente nulo.

Sin embargo, su contenido sigue siendo útil… para entrenar IA. Esto raya cierto nivel de descaro que incluso podría tener tintes legales dado el evidente aprovechamiento de contenido cuya autoría pertenece a terceros.

Como señala The Verge:

«Google ha utilizado petabytes de datos de sitios olvidados, incluidos blogs antiguos, para alimentar sus modelos de lenguaje como Gemini.»

 Vincent, 2023.

¿Casualidad? Mi dominio, con cientos de entradas originales, fue desindexado progresivamente sin explicación técnica alguna.

En Search Console, 273 URLs aparecen como «rastreadas, pero no indexadas». ¿Por qué? Eso quiere decir que no se detecta ningún problema, que no hay nada que argumentar al respecto del contenido. Significa que en algún momento, vete tú a saber cuándo, se indexarán.

Y sin embargo…

La cuestión es que el blog estuvo bien indexado, con más del 60% de su contenido presente en el buscador. Hablamos de casi 150 entradas. Todas, absolutamente todas, incluidas las nuevas, han desaparecido del buscador.


2. La paradoja del «contenido de poco valor»

Cuando intenté monetizar el blog con AdSense, recibí el rechazo automático: «Contenido de bajo valor». Curioso, porque:

  • El 90% del contenido es original (artículos escritos por mí o basados en mis vídeos).
  • He verificado plagio con Copyscape y ZeroGPT: no hay duplicación.
  • Sitios con menos contenido y calidad dudosa son admitidos.

Un ejemplo cercano está en mi nueva web de juegos gacha, aprobada en un mes, con apenas una veintena de artículos -originales pero cuya creación se ha realizado apoyados en IAs generativas en una combinación máquina/humano-.

Sin citar aquí los casos que ya he mencionado en este blog y otros como el de Wuthering Waves donde ya hablo de la indexación de contenido genérico, redactado con IA que no fue contrastado ni verificado y que sin embargo Google indexó como prioritario. ¡Y el problema son los creadores con su contenido de poco valor! Hay que tener un poco de poca vergüenza para hacer esto.

Esto coincide con denuncias de otros creadores. No soy solo yo y mis pataletas. Según un estudio de SparkToro (2024):

«El 62% de los blogs rechazados por AdSense no reciben feedback específico, y muchos cumplen los requisitos oficiales.»

 Fishkin, 2024.

Sí, has leído bien.

El 62%. Aunque Romuald Fons y otros creadores de contenido sobre SEO y monetización en YouTube, especialmente los que van de salva vidas y vende recetas milagrosas, digan que la culpa es tuya porque lo has hecho todo mal, muy posiblemente, al menos con un 62% de probabilidad, no lo es. En absoluto.

Es que como ya he explicado en otros artículos, a mi parecer, AdSense tiene un problema de sobredimensionamiento de su red display y simplemente se ven obligados a filtrar.

¿A quién filtran? A los peces pequeñitos. Al New York Times, al El País y al medio de turno argentino, australiano, francés o canadiense hay que tenerles contentos -comprados- para que no hagan ruido en contra de la empresa.

Existe una preocupación creciente —avalada por investigaciones como las de The Wall Street Journal (2021) y testimonios de exempleados— sobre cómo Google prioriza en AdSense a medios establecidos, incluso cuando infringen políticas de calidad, mientras bloquea a creadores independientes.

Como denunció el exdirector de The Markup, Jeff Larson:

«Los grandes publishers reciben ingresos estables de AdSense pese a usar técnicas black-hat (como contenido farm), mientras blogs pequeños son rechazados sin revisión humana. No es un algoritmo: es un doble rasero que protege intereses comerciales.»

Larson, 2022.

Esta práctica, según expertos como Cory Doctorow, crea un círculo vicioso: los medios beneficiados evitan criticar a Google para no perder su flujo de ingresos, mientras voces independientes son invisibilizadas.

¿Colusión? No hay pruebas concluyentes. ¿Incentivos perversos? Los datos sugieren que sí.

Y para remate, sobre el asunto del contenido de poco valor, Google promueve la «colaboración humano-IA» en sus discursos, como en sus cursos online sobre Inteligencia Artificial -lo llama Inteligencia Aumentada-, pero ¿penaliza en la práctica a quienes usan herramientas como Gemini o ChatGPT para editar?

No hay transparencia.

Sin embargo, por las pruebas que yo mismo he podido tener entre manos y ya he plasmado en este blog, más los testimonios de otros creadores, hay evidencia más que sobrada de que Google indexa contenido generado con IA de baja calidad -no revisado por humanos- mientras penaliza contenido de buena calidad, ya sea hecho por humanos en su totalidad o hecho en combinación con IAs generativas, pero pasando una revisión posterior.


3. El mito del SEO y la indexación «justa»

Google afirma que «el contenido relevante y bien estructurado triunfa». Pero mi experiencia —y la de muchos— contradice esto:

  • El blog recibe tráfico directo y de redes sociales, pero cero visitas orgánicas de Google.
  • No hay manual actions en Search Console, solo silencio.

Como explica el exingeniero de Google, Matt Cutts:

«Los algoritmos cambian constantemente, y a veces sitios legítimos caen en grietas técnicas. El problema es que el soporte humano ya no existe.»

Cutts, 2020.

4. ¿Censura? No ¿Falta de transparencia? Sí

No creo que Google me «censure» porque simplemente soy un don nadie. Esa expresión, escrita en mi blog personal, simplemente es un grito al cielo. Mi voz no llega lejos ni va a provocar ningún cambio en este mundo. Ojalá, y que fuera positivo, pero no será así. Mi contenido es como un grano de arena fina en la playa de Copacabana.

Pero eso no significa que no desee justicia y dignidad con lo que creo, ya que me representa, es mi voz la que está ahí plasmada, mis ideas, mis pensamientos. Por eso, su opacidad genera desconfianza, mucha, además de enfado, mucho:

  • ¿Por qué un blog con 10 años de historia es tratado como spam?
  • ¿Por qué AdSense rechaza contenido original mientras monetiza sitios con scrapers?
  • ¿Por qué, probablemente, mi contenido, junto a otros muchísimos blogs, son usados para alimentar Gemini pero sin embargo no es indexado por Googlebot?

Hoy, mi frustración no es solo personal: es sistémica.

Como escribe Cory Doctorow en Medium:

«Cuando una plataforma controla el acceso a la audiencia, puede decidir quién existe y quién no. Sin explicaciones. Sin apelación.»

Doctorow, 2023.

¿Soluciones?

Migrar a WordPress, diversificar fuentes de tráfico (Reddit, newsletters) y presionar colectivamente por más transparencia.

Porque, al final, el problema no es mi blog: es un ecosistema roto.


¿Has vivido algo similar? Escríbeme y cuéntamelo. Quiero conocer más casos.

Y a Google, si leen esto: ¿podrían al menos decirnos por qué?


Referencias citadas

  • Vincent, J. (2023). «Google’s Gemini was trained on a deluge of abandoned blogs». The Verge.
  • Fishkin, R. (2024). «AdSense’s opaque rejection policies». SparkToro.
  • Larson, J. (2022). «Google’s AdSense loophole for corporate media». The Markup.
  • Cutts, M. (2020). «Why good sites disappear from search». Personal Blog.
  • Doctorow, C. (2023). «Enshittification and the death of the open web». Medium.