Buscando la rentabilidad perdió la utilidad: hablo de Google

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Si Google ha llegado a ser lo que es hoy no es por su tecnología ni por sus granjas de servidores ni por sus miles de empleados.

Ha sido única y exclusivamente por la enorme utilidad que sus recursos han dado a l@s internautas en los últimos 27 años, desde que en 1998 sembraran la semilla de lo que es hoy.

Y esos recursos no han sido gratis. Han sido a cambio de nuestra privacidad. Algo a lo que no me opongo. A mí no me importa que Google sepa si visito un sitio con tres equis o un medio de comunicación progresista o conservador o si instalo tal o cual juego o compro tal o cual cosa en AliExpress o en Amazon.

Sé que para Google esos no son los datos de Ángel Cabrera sino que son un perfil de consumo de contenidos que se activa cuando sus herramientas detectan que soy yo quien los está usando. Algo que ocurre cuando estoy logueado en alguna de sus infinitas apps o sistemas.

Es más, siempre me he declarado un fanboy de la marca ya que sus herramientas, las que uso gratuitamente, me han permitido durante años ganar dinero con los que pagar la hipoteca, el mercachona y hasta mi súper furgonazo que me tiene enamorado.

Pero.


Fan, no fanático

Que esté agradecido con Google por todas las herramientas que me ha dado, de forma gratuita (o a muy bajo coste, que también he pagado en algunas ocasiones), o que recomiende las herramientas de Google, que siempre elija dispositivos Android o incluso que imparta formación sobre Docs y Drive o Search Console y Analytics o cualquier otra, no significa que sea un fanático del gigante de Mountain View.

Solo significa que reconozco lo que he recibido y a cambio de permitir que rastreen mi actividad (algo a lo que no temo porque no cometo actos delictivos, así que…).

Pero un fan, a diferencia de un fanático, también puede reconocer y señalar lo que a su juicio es un error o lo que no le gusta.

Y Google lleva un tiempo que parece que en lo de ganar dinero con AdSense, íntimamente vinculado con lo de indexar contenido, tiene dos caras. La del discurso buenista pro DEI (diversidad, equidad e inclusión) y la real, la centrada en optimizar el beneficio al máximo.

Esa segunda cara es la que hace que el contenido deje de ser diverso y representarnos a tod@s realmente, al exterminar, no por cuestiones ideológicas o políticas, sino simplemente algorítmicas y de optimización de resultados, las infinitas caras de los resultados de una búsqueda.

Es esa segunda cara la que hace que el contenido deje de buscar la equidad y dar visibilidad a tod@s, ya lo entendamos como igualdad de resultados o igualdad de oportunidades.

Y es esa segunda cara la que hace que el contenido deje de profundizar en la inclusión, ya que de entrada tiende a excluir a los creadores y creadoras pequeñas, que tiende a ocultar, hundir en los resultados o, últimamente (y es a lo que va este artículo), de manera más drástica, a desindexar su contenido, en favor de los grandes productores, como Prensa Ibérica (en España).


Desindexar contenido de poco valor

Tengo que reconocer que hasta que me propuse entre abril y mayo crear mi propia red de webs con contenido propio sobre temas que me gustan no he llegado a profundizar tanto en el tema de la indexación.

Hasta ahora mi SEO estaba orientado a PYMEs y hay que decir que en ese sentido aún es (relativamente) fácil posicionar webs para electricista en Tenerife, paellas en Vigo o gimnasio en Valencia. No es que sea pan comido pero desde luego no tienes que tener un máster en posicionamiento para conseguirlo. Solo debes seguir las pautas genéricas recomendadas y, básicamente, crear un buen contenido en una web no muy pesada. Con eso y un bizcocho, resuelves.

Con mi armada de webs, me he encontrado con varias situaciones.

Una, que no las indexa temáticamente

Claro ejemplo lo encontramos en Wuthering Waves Fans, cuyo fin es aglutinar todo el contenido posible sobre el juego Wuthering Waves, WuWa para la comunidad.

Si buscas «wuthering waves» o «wuthering waves español», nuestra web no existe. Sí aparece para consultas del long tail tipo «wuthering waves guías» o «build de Calcharo».

Cuanto más alejada está la búsqueda de la keyword principal, más arriba aparecemos. Es lógico. Los grandes medios, como Mundo Deportivo (una web de pelotas), abarcan las búsquedas como mucho tráfico pero no profundizan en el long tail.

Otra, que las desindexa cuando valora contenido de poco valor

Ok, lo primero, qué entiende Google hoy por contenido de poco valor. ¿Tal vez una página con lorem ipsum? Pues no. Google entiende que una página no tiene valor si no aporta nada nuevo.

Es decir, que si tú publicas una guía sobre cómo arreglar una puerta y hay otro artículo escrito en El País o en La Vanguardia sobre cómo arreglar una puerta pues GoogleBot determina que tu contenido no aporta nada al ecosistema y evita indexarlo.

He visto como, no una ni dos, sino decenas de URLs de sitios como nosoyunparado.es pasaban en menos de una semana de aparecer como indexadas en Google Search Console a no estarlo.

¿Explicación? No la hay, al menos formalmente.

En este blog se tratan temas de manera monotemática: búsqueda de empleo. Éste es el eje central. No hablamos ni publicamos ofertas sino que publicamos guías que intentan ayudar o intentan reflexionar o intentan descubrir elementos que ayuden a las personas a buscar empleo.

No puede decirse que el tema sea nuevo y ya hay mucho contenido al respecto. Pero pocas webs aglutinadoras sobre la misma temática.

Además siempre utilizamos un enfoque de guía y de simplicidad. De hacerlo fácil y comprensible. Evitando tecnicismos y evitando promesas.

Actualmente hay 163 artículos. Muchos están siendo recuperados vía archive.org de la antigua web que ya existió y en la que se publicaron contenidos que luego desaparecieron cuando la web se eliminó. También se ha utilizado para recuperar contenido de webs formidables que también han desaparecido y están en ese 40% de contenido olvidado y perdido de Internet. Y, además, hay contenido nuevo que se publica todas las semanas, cuando no más de una vez por semana.

Usando nuestras estrategias, legales y con herramientas disponibles, indexamos todo el contenido hace cosa de mes y medio.

Ayer nos encontramos con que casi el 40% de las páginas habían sido desindexadas. Sin motivo. Figuran como «rastreando» o «descubriendo». A lo que me hago la pregunta, si ya habían sido rastreadas y descubiertas porque vuelven a estar off y pendientes de «rastrear» o de «ser descubiertas».

Hay algo que me estoy perdiendo y con lo que Google no está siendo transparente.

Sin duda alguna.


Discriminar a las personas vs. favorecer a las corporaciones

Te voy a poner otro ejemplo porque es más ilustrativo y porque son los que me hacen hacer preguntas. Se trata de una pintora que hace óleos. Esther Álvarez.

(Y si la buscas en Internet y encuentras que es mi pareja, sí, lo es. Te ahorro el trabajo.)

No me voy a extender mucho en quién es o qué hace pero sí te resumiré que es una mujer trabajadora, madre, pareja, lleva la economía de la casa y de mi negocio como freelance pero además pinta óleos, cultiva su huerto y practica deportes de montaña.

Es decir, una mujer moderna, madura, fuerte, autosuficiente, inteligente y extremadamente proactiva.

No es pintora profesional. No intenta vivir de eso porque sabe lo complicadísimo que es. Y el cortoplacismo de la vida diaria hace que abandonemos ciertos sueños relegándolos a afición.

Pero gracias a su pareja, yo, quién escribe, ha podido tener una página web muy sencilla, construida con Blogger, con una inversión tan mínima que solo pagamos el dominio anualmente, donde mostrar su obra e, incluso, si hay suerte, venderla.

Pues bien.

Después de reconstruir su web, que ya existió en su momento, hasta 2015 aproximadamente y de actualizar los contenidos, se indexaron todos sus cuadros, recibiendo un tráfico diario de unas 30 a 50 visitas.

Ayer nos dimos cuenta que la mitad de sus páginas habían sido desindexadas. De sus 26 obras la mitad ya no aparecía en resultados, según Google Search Console y según los test de búsquedas realizados.

Seguro que un experto en SEO que quiere ganar dinero con AdSense podría recurrir aquí que no se merece estar indexada porque sus páginas solo muestran sus obras pero no ofrece más valor.

Pero no es esa la discusión.

Si una persona busca una margarita pintada con óleo tradicional, encuentra las obras de 3 ó 4 pintores o pintoras, habrá profesionales y habrá amateurs, pero no encuentra la de Esther Álvarez, Google le estará negando la oportunidad de exponer y dar visibilidad a su trabajo y, por lo tanto, Google le estará negando la oportunidad de vender o a traer situaciones como que le ofrezcan hacer una exposición.

Simplemente porque como no aparece en la SERP no existe para quien hace la búsqueda.

No se trata de discutir aquí la calidad artística y eregirnos en jueces sobre quién debe aparecer y quién no, porque eso, por muy fundamentada que esté la opinión de una persona, no tiene nada que ver con la igualdad de oportunidades.

Esther es mujer. Es una artista. Pero una artista a la que la vida la ha empujado por un camino, el tradicional, el tener que trabajar para vivir, porque ese sacrificio iba aparejado de la mano de no querer renunciar a tener una familia.

  • Cuando Google elimina (desindexa) de los resultados sus obras la está invisibilizando.
  • Cuando Google da prioridad al trabajo de otros autores (mejores o peores según quien observe la obra, no es esa la discusión) porque sus webs están mejor construidas o tienen más texto, la está invisibilizando y negando oportunidades.
  • Cuando Google da prioridad a un artículo genérico publicado en algún gran medio o a productos comerciales en Amazon, Shein, Temu o AliExpress está favoreciendo a las grandes corporaciones frente a lo que hacen las personas.

Cuando eso sucede, Internet deja de ser lo que era, una oportunidad para tod@s, para convertirse en el juguete de los caprichos de quienes cortan el pastel, convirtiéndonos en meros consumidores y consumidoras.

Y, la verdad, es triste.


Añadido posterior: sobre el SEO técnico

Supongamos que eres un experto o una experta en SEO y supongamos que crees tener la solución para todos estos problemas.

E, incluso, supongamos que si aplicas todas esas soluciones vuelves a recuperar un posicionamiento e indexación preferente.

Olé. Fantástico. Felicidades.

Pero entonces me estarás dando la razón.

¿Por qué?

Imagina que soy poeta, fontanera, abogada, ingeniera, cocinero, arquitecto, ilustrador o cualquier otra cosa en la que no necesariamente deba tener un alto conocimiento en posicionamiento.

Voy a IONOS o cualquier otro alojador, contrato un dominio para mostrar mi trabajo, le doy al botón instalar automáticamente WordPress, elijo una plantilla y me pongo a subir contenidos con lo poco que aprendí en el último curso del paro al que me apunté.

Es posible que técnicamente no instale Yoast ni Rank Math ni que configure bien los extractos ni que renombre las imágenes o las baje de peso ni haga muchas otras cosas.

Tú, lo que afirmas con tu prepotencia técnica, es que no debe estar por delante los mejores sino los que mejor se vistan.

Y eso no tiene nada que ver ni con la diversidad ni con la equidad ni con la inclusión.

Ni tan siquiera, ni mucho menos, con la meritocracia.

A eso lo podemos llamar tecnocracia, donde gobierna o se impone el que domina la tecnología, no el mejor o la mejor del grupo, quien domina la tecnología.

Así que si pensabas en eso, gracias por darme la razón.