O Teresa. Porque luego está la versión de Teresa.
Y luego está otro acertijo, similar aunque con diferente respuesta, que dice: si la madre de María es hermana del padre de Antonio, ¿la madre de Antonio es?
Odio estos acertijos o adivinanzas o juegos mentales. ¡Cómo carajo quieras llamarlos! Literalmente. Los odio.
¡Esto es peor que arreglar un grifo que gotea!
Me hacen pasar horas dándole vueltas y encajando las piezas para encontrar una respuesta, porque necesito saber la respuesta, para al menor despiste mental, desordenar todo el puzzle y tener que empezar de nuevo.
Hoy vamos a centrarnos en el primero y vamos a dejar a Antonio a un lado, por el momento.
Acabo antes pidiéndole a Gemini o a ChatGPT que me den la solución y que me expliquen la solución correcta.
Porque esa es otra. Cuando creías que lo habías resuelto vas y te das cuenta que las respuestas suelen estar limitadas.
- Su abuela.
- Su madre.
- Su hija.
- Su nieta.
- Yo soy María (o Teresa).
- No estoy seguro.
Y esto me desconcierta más porque como machirulo señoro que soy, lo primero que hago es posicionarme como padre. Es decir.
Si la hija de María es la madre de mi hija, es decir, yo soy el padre, ¿quién soy yo para María? Pues si yo soy el padre, la hija de María es mi esposa, yo sería el yerno de María.
¡Pero yerno no es una de las puñeteras respuestas aceptadas!
Y ojito, que yo no soy el único que piensa eso. ChatGPT llegó a la misma conclusión. Yo sería el padre de la nieta de María, ergo, el yerno de María. A las pruebas me remito:
Pero, insisto, si la adivinanza no da la opción de responder «yerno» entonces tendré que salirme de mi visión hetero-patriarcal y macho-centrista para pensar de otra manera.
Para pensar en primera persona.
Pensar desde el YO de quien formula la adivinanza y la pregunta. Yo, como interrogado y preguntado, no soy alguien ajeno, sino que me pregunto a mí misma. Porque yo estoy haciendo la reflexión directamente.
¡Ese es el puñetero truco de esta adivinanza!
¿Enrevesado, verdad? ¡Vamos allá!
Si la hija de María es la madre de mi hija, ¿quién soy yo para María? Mmm… vamos a pensar de nuevo, pero esta vez desde el punto de vista que yo soy una de las personas implicadas en la adivinanza.
Es decir, puedo ser «mi hija», puedo ser «la madre de mi hija, es decir, yo soy la madre», puedo ser «la hija de María, es decir, la hija de la abuela de mi hija»…
¡Yo soy la hija de María!
Yo soy la madre de la nieta de María.
Yo soy la hija de la madre de la madre de mi hija.
¡Jolines! Casi me estallan las neuronas.
A ver qué dice Gemini, que por lo general es más lista que ChatGPT.
¡Me ha dado la razón!
(Aunque en el paso 3 ha patinado un poco, al final ha llegado a la misma conclusión sin cometer errores.)
De todas formas, la respuesta «yerno» también es válida si quien es preguntado es una persona ajena al set hija-madre-nieta. Y la clave para interpretar una cosa u otra está en ese «tu» que acompaña a la palabra hija. El «tu hija».