Rebel Moon, lo mismo de siempre, bien hecho

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Como persona que no se deja llevar por las mayorías y que siente un profundo rechazo a las jerarquías, los gobiernos, los estados y cualquier tipo de estructura que dicte sobre la libertad del individuo siento cierta atracción por las películas y series donde unos pocos rebeldes luchan contra la imposición de las oligárquicas estructuras de poder.

Así que, dicha esta tontería, ya sabrás que es irremediable que me haya sentido atraído por la Fundación de Asimov, por Star Wars de Lucas, por El Señor de los Anillos de Tolkien o por la moderna Los Juegos del Hambre de Collins.

En todas ellas el héroe o la heroína salva al pueblo de poderes oscuros y tenebrosos que bajo la excusa de mantener el orden acaban imponiendo una suerte de esclavitud que va siempre de arriba a abajo, donde la persona anónima y común debe soportar todo el peso.

Así que, por supuesto, me gusta Rebel Moon.

Creo que estamos ante el nacimiento de una saga que dará mucho que hablar, sobre todo porque la crítica la valoró inicialmente de manera negativa, más por su falta de wokismo que por cualquier otra cosa, lo que siempre es garantía de entretenimiento y buen producto.


La mayoría no siempre tiene razón, y la minoría no siempre está equivocada.

Thomas Jefferson

Tiene todos los ingredientes que ya conocemos. Cuando la ves te recuerda a de todo un poco lo que ya has visto antes. Así que no podemos afirmar que Snyder, junto a Shay Hatten y Kurt Johnstad, haya creado algo novedoso e increíble.

Eso lo pudimos decir con la Tierra Media de Tolkien o con el Imperio y la República de George Lucas. Pero no, hoy y ahora, con la historia de Zack Snyder.

En absoluto.

Y aún así, es una buena película.


La historia sin spoilers

La película de algo más de 2 horas de duración que ya puedes ver en la plataforma Netflix está pensada para ser expuesta en forma de trilogía, algo que ya es mainstream en la cultura popular actual. De hecho la segunda parte ya está terminada y se lanza en abril de 2024.

Eso no significa que te dejen a medias con esta primera producción. Su final es en parte concluso pero de esos donde el malo reaparece y promete volver a que le den otra paliza.

Comienza presentándonos a la heroína, una mujer fuerte, educada en la guerra, que huye de su pasado y se refugia en un poblado agrícola ubicado en una lejana luna.

Pero como siempre ocurre con héroes y heroínas, su camino les persigue allá donde vayan y los tíos chungos vestidos de nashis, vienen a perturbar la hermosa paz de la que disfruta aquel recóndito lugar de la Galaxia.

Y ella, aunque no quiere, aunque no está dispuesta, no puede evitar intervenir.

Una de las cosas que hace la película, y lo hace bien, es presentar a la compañía que rodea a la heroína, componiendo una heterogénea suerte de grupo revolucionario, cada quien con sus motivaciones, historias personales y aspiraciones, e incluso traiciones, algo que queda evidente en los últimos minutos de la película con una imagen que recuerda al mejor de los clásicos Western de los 70s del pasado siglo XX.

Al fin y al cabo, ella es la chispa que lo enciende todo, la heroína y el ejemplo a seguir, pero no está sola porque un verdadero héroe nunca está solo.


El camino del héroe / heroína

El camino del héroe es un arquetipo narrativo que se encuentra en tantas historias de la cultura popular, la literatura y el arte que no hay manos suficientes para contarlas.

Narra el viaje de quien lo protagoniza, realizado desde un estado de equilibrio (zona de confort) a uno de transformación (evolución hacia algo nuevo).

Todas las estructuras presentan, más o menos, las mismas etapas y en el mismo orden, dado que la estructura en sí misma pertenece ya a nuestro inconsciente colectivo. Es algo que reconocemos de inmediato y por lo que sentimos interés y atracción. Siempre es una historia moralizante que inspira a quien la lee, la ve o la escucha.

Y siempre empieza con un detonante:

Rebel Moon, en Netflix desde el 22 de diciembre.
  1. La llamada a la aventura: que le empuja a abandonar su vida cotidiana y embarcarse en un viaje generalmente impulsado por motivaciones altruistas (salvar a) y nunca egoístas (beneficio propio).
  2. El rechazo de la llamada: aunque finalmente se ve obligado a aceptarla o bien acepta la llamada por intereses egoístas -Bilbo Bolson- y durante el viaje se transforma en intereses altruistas, en busca del bien común.
  3. El encuentro con la guía: que le enseña las habilidades que necesita para su viaje, generalmente siendo ésta su contraparte (heroína – mentor, héroe – mentora).
  4. La travesía del umbral: que lo lleva a un mundo nuevo y peligroso (sale de su zona de confort).
  5. Las pruebas y desafíos: que lo ayudan a crecer y madurar; siendo durante estas pruebas que nuestro héroe o heroína abandona su propio yo y se entrega a un fin superior.
  6. El encuentro con la prueba definitiva: enfrentándose a una figura poderosa que representa el principal obstáculo para su objetivo: el bien común.
  7. La recompensa: al lograr su objetivo pero también lo es cuando se logra el bien común y el reconocimiento que nace del agradecimiento de quienes le rodean.
  8. El regreso: regresa a su mundo original, transformado por su experiencia, a la espera quizás de una nueva aventura o un nuevo llamado (y así nacen las trilogías).

Este arquetipo se puede encontrar desde La Odisea de Homero hasta La princesa Mononoke de mi apreciado Miyazaki. Y por supuesto es el hilo conductor de todos los clásicos del cine y la literatura de ciencia ficción y fantasía.

También de Rebel Moon.


Las woke-críticas a Rebel Moon

Hay que decirlo, Rebel Moon es una ópera prima galáctica a la antigua usanza donde lo importante es el pozo que te deja el viaje de nuestra heroína, Kora, escenificada por Sofía Boutella.

Una historia que, por supuesto, no culmina en esta primera parte pero que culminará en la tercera (y ya intuimos el cómo). Aunque la duda es si el final incluirá o no el sacrificio del héroe, en este caso de la heroína, en pos de un futuro de paz y armonía galáctica. Tendremos que esperar al menos un año para saberlo.

Lo que no es, te lo garantizo, un bodrio que utiliza clásicos de la cultura y el arte para hacer política o meter a cucharazos un discurso ya manido y cansino. No es lo que hoy es Disney o Marvel ni lo que se está viendo venir con DC.

Y ojito con tu dedito, que no se trata aquí de ser un viejo llorón.

Pero sí sé que si algo hacen bien las grandes estructuras de poder es usar la cultura para introducir su discurso. Ha sucedido siempre y seguirá sucediendo.


Las críticas son como las bolas de nieve: cuanto más grandes crecen, más lejos te llevan.

Mark Twain

Eso es lo que no le gusta a lo woke, que no se alinea con esa tendencia a usar cualquier pretexto para dar un discurso moralista. Sino que se atreve, tiene el terrible pecado, de volver a las estructuras clásicas. Y además, como a mí me gusta, con una heroína como eje central de todo.

Adoro las heroínas.

Pero las de verdad: estilo Wonder Woman o Aloy (que para quien no lo sepa es la prota de la saga de los dos videojuegos de Horizon Zero Dawn).

Todas ellas representan a mujeres fuertes, sometidas a crueles giros del destino, puestas en su lugar sin haberlo elegido, enfrentándose al mal en busca del bien común.

Representan el prototipo del héroe a la perfección.

Y sin puñeteros discursos de merde donde señalar a otras personas por lo que son y no por lo que han hecho.

A Kora, la heroína de Rebel Moon, le mueve la injusticia, no el poder. Que es lo que realmente mueve a lo woke: el poder. Y al fin y al cabo…

¿No es obligación del arte estar en contra de lo establecido, del poder, del mainstream, de ser crítico, punzante, contraproducente?

Porque es esa rebeldía, y no la complacencia, lo que impulsa la transformación.

Pero esto es solo mi opinión.


¿Qué tiene que ver con lo que vendo?

Rebel Moon demuestra que las estructuras clásicas a la hora de contar historias, al formar parte de nuestro inconsciente colectivo, siguen funcionando, aunque a la crítica no le guste.

Tú, como empresa o marca, puedes definir la crítica como a ese colectivo que no te compra, no te compró y no te comprará, es quien no se interesa en ti (en alguna ocasión promovida por tu competencia).

Pero tú no le hablas en tu comunicación a quien no te quiere. Le hablas a quien te quiere, a quien te desea, a quien te necesita, a quien aspira estar a tu lado.

A tu cliente, actual o futuro.

La transformación como historia está presente prácticamente en toda la publicidad incluso ya antes de que David Ogilvy, el considerado padre de la publicidad moderna, fundara su agencia en 1948 o de que Philip Kotler empezara a escribir toda su colección de libros fundando lo que hoy es el marketing.

La transformación se produce cuando una persona con una necesidad concreta utiliza lo que tú le aportas en forma de producto o servicio a cambio de una contraprestación (precio, voto, confianza, apoyo, etc.) y con ello, con la transacción, ve resuelta esa necesidad.

El secreto para vender creando contenido en el medio digital es hacer ver ese potencial de transformación que existe en tu producto o servicio a ese cliente posible que tiene esa necesidad concreta.

De esto se deducen un par de cosas antes de narrar ese poder de transformación:

  1. Conocer el perfil de quien tiene la necesidad, no solo por quien es sino por el lenguaje que usa y las motivaciones que inspiran esa necesidad.
  2. Conocer dónde se mueve, dónde está, dónde se reúne, para estar allí, en el mismo lugar, usar su misma ropa, su mismo lenguaje, para formar parte de su mundo.
  3. Conseguir atraer su atención una vez estás allí centrándote en su necesidad, en cómo la resuelves, cómo eres capaz de favorecer su transformación (la del cliente).
  4. Convencer para que inicie su propio proceso de transformación realizando la acción que tú quieres que haga (porque si el cliente no da un primer paso -hace clic, viene al mostrador, compra la entrada, deposita un voto, etc.-, entonces la transformación no se inicia y la necesidad no se resuelve).

Esto es lo único que necesitas saber el marketing y la publicidad.

(Que las historias como Rebel Moon siguen funcionando y seguirán funcionando, le pese a quien le pese.)