Si ayer fuese mañana, hoy sería viernes, ¿qué día es hoy?

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Hace unos días me encontré con este reto mental del que primero supuse que la respuesta sería jueves, hoy es jueves, para luego darme cuenta que el dilema popular estaba en si la respuesta sería miércoles o domingo, aunque yo siguiera viendo un jueves. Y por mucho pensamiento lateral que pregone y alardee, sin poca vergüenza, hay que saber frenar porque cuando la mayoría ladra es porque tal vez, y solo digo que tal vez, es luna y no sol.

Lo mejor fue que me llevó un esfuerzo reflexivo darme cuenta de mi error y elaborar mi propio análisis. Porque mi cerebro ya había tomado una decisión. Primero tuve que deducir por qué era miércoles, luego entender por qué Bard afirma que es domingo y por último comprender por qué ChatGPT afirma que es un juego lógico sin sentido que no se puede responder.

¿Hoy es miércoles o domingo? Porque jueves ya sé que no.


La suposición es la madre de todos los errores.

George Bernard Shaw

Lo queramos o no, salvo que hayas pasado por un elaborado y largo entrenamiento, como el que experimenta una persona cuando aprende a programar en la formación profesional o en los estudios universitarios de ingeniería, tenemos un cerebro modelado por la evolución para ahorrar energía.

Es decir, que pasa tres pueblos de replantearse nada.

En la supervivencia tienes que tomar decisiones rápidas, deducir lo que sucederá o lo que podría ser sobre la marcha y pasar a la acción en consecuencia. Algo que nos lleva, en no pocas ocasiones, a la catástrofe.

E, incluso ahí, nuestro cerebro se niega a seguir viendo el error.

Es decir, nuestro cerebro funciona mejor en modo fanático.



No es jueves

Lo primero que pensé es «jueves» porque si hoy fuese viernes, que sería igual a lo que sería mañana, entonces mañana es viernes, luego hoy es jueves, pero no.

Eso sucedió en centésimas de segundo.

Ese proceso de primera impresión, de falta de escucha activa, de no esperar a procesar detenidamente la pregunta, sino determinar en segundos una posible solución y darla por válida, quedándose como tal porque simplemente no he tenido que contrastar contra la supervivencia su veracidad, es algo que sucede prácticamente sin proponértelo, de manera automática, a mí y a ti. Porque tú no eres la excepción.

Si ayer fuese mañana, hoy sería viernes. ¿Qué día es hoy? Según ChatGPT.
ChatGPT responde.

(Estás llen@ de suposiciones que das por válidas… y lo sabes.)

Luego empecé a leer las respuestas al reto mental y la bronca dual era entre los que decían miércoles y los que decían jueves. ¿Y yo? ¿Y mi respuesta? ¿Por qué nadie aseguraba que era jueves?

Porque no puede ser jueves, porque el primer razonamiento era erróneo desde la base, porque no es «si hoy es mañana», es «si ayer fuese mañana».

Darme cuenta del error fue fácil. Convencer a mi cerebro para que lo analizase hasta encontrar la posible solución tampoco fue complicado, pero desaprender para reaprender, eso sí que fue laborioso.

Aún así, no me rendí.


¿Por qué es miércoles?

Así que me senté en la taza del wáter con mi Samsung y su pen y me dispuse a dibujar un pequeño esquema entre apretón y apretón.

(Porque para pensar y reflexionar, para jugar a estos putos retos, necesitas tranquilidad y concentración. Tu momento y mi momento, el momento de todo dios y toda diosa, para reflexionar y pensar detenidamente es… sentado en la taza del wáter. Eso se sabe aquí y en Pekín.)

Y la cuestión es que hay dos supuestos (que no suposiciones) que se entremezclan:

  • Primero, el hipotético (fuese, pretérito perfecto del subjuntivo).
  • Segundo, el real (es, presente simple).

En la hipotética situación en que ayer fuese el día que es mañana, entonces hoy sería viernes, por lo tanto ayer hubiera sido jueves, ergo mañana es jueves, por lo tanto hoy es miércoles.

La respuesta es miércoles porque hipótesis y realidad son cosas distintas y este juego mental se basa en mezclar ambos ingredientes, el si fuese con el es.

Y así llegué a la conclusión del bando izquierdo.

La respuesta es miércoles.


¿Por qué es domingo?

Lo que no conseguía entender es qué proceso deductivo llevó a que existiera el bando derecho, el que decía domingo como única respuesta posible.

Y aquí, lo reconozco, necesité algo de ayuda en forma de inteligencia artificial (de la que ya hablaré, especialmente de su vinculación al marketing digital).

Bard responde.

Al final entendí cómo se había llegado a esa conclusión pero mi cerebro, nuevamente, gandul él -o más bien ahorrativo energéticamente-, ya había sentenciado con la respuesta única y verdadera, ese miércoles inamovible.

El proceso que hace quien deduce que la respuesta es domingo es justo el contrario al que hice yo y l@s miércoler@s.

  • Es decir, en ese bando empezamos nuestro razonamiento hacia atrás: «si hoy es viernes, ayer fue jueves, por lo tanto mañana sería jueves, hoy es miércoles».
  • El team dominguero lo hace al revés, hacia delante: «si hoy es viernes, mañana es sábado, por lo tanto ayer sería sábado, hoy es domingo».

Y realmente la respuesta también es podría ser (tiempo verbal condicional) correcta.

Pero aunque no nos guste, no todas las respuestas pueden ser correctas.


Definitivamente es… miércoles

Aquí vuelvo a la reflexión de por qué es miércoles.

Desde mi punto de vista ChatGPT se equivoca porque en este caso sí que podemos encontrar una respuesta a la lógica planteada.

Y se equivoca Bard al igual que se equivocan los que creen que acertadamente la respuesta es domingo.

Por un simple motivo.

Confunden hipótesis con realidad.


La suposición es el asesino de la comunicación.

Frank Jourdan

Se equivocan cuando dicen si ayer fuese mañana, hoy sería viernes, por lo tanto mañana es sábado (aquí pasan de la hipótesis a la realidad y continuan el proceso deductivo), por lo tanto ayer es sábado, luego hoy es domingo.

Hay que tener un enorme cuidado (algo que aprendí de la investigación sanitaria y el análisis de datos) a la hora de inferir la realidad a partir de la hipótesis.

Volvamos a la pregunta original, pues.

Si ayer fuese mañana,
hoy sería viernes (hipótesis),
¿qué día es hoy? (realidad).

Cierto es que para deducir esa escurridiza realidad vamos a suponer (e introduciremos una probabilidad de error) el hecho de que mañana es, de tal manera que ampliaremos la pregunta de esta manera:

Si ayer fuese [el día que es] mañana,
(etc...)

Por lo tanto, en la situación hipotética planteada ya introducimos (deducimos, lo que también significa suponemos) un ancla con la realidad.

Mañana debe ser (realmente serlo) el día anterior al viernes.

Para de esa manera, si ayer fuese mañana (el día que sí es mañana), es decir, jueves, hoy sería viernes.

Por lo tanto si sabemos que mañana es jueves, la única realidad posible, entonces, es que hoy debe ser realmente miércoles.


¿Qué tiene que ver con lo que vendo?

Si te gustan los rompecabezas mentales, los procesos reflexivos, la escucha activa, buscar alternativas, entender al oponente y todas esas cosas que sepas que eres una persona rarita.

Porque lo normal es que una vez lleguas a una conclusión (responder con jueves) no te moverás de ahí por simple economía energética.

Así te estalles contra una pared.

Seguirás diciendo jueves.

Volver a analizar, replantearte tus propias respuestas, escuchar y entender lo que dice la otra parte (domingo), cuestionarte tu primera respuesta (jueves) y la segunda (miércoles) -y las que hubieran-, es una habilidad (1º) extremadamente rara y (2º) muy poco valorada o apreciada.

Porque socava los cimientos que te hacen sentir en un lugar seguro.

Incluso si es un lugar equivocado.

Pero en marketing digital es absolutamente esencial que te pases el día (1º) haciéndote preguntas y (2º) cuestionándote tus propias respuestas porque es la única manera de mejorar, crear algo nuevo -o que lo parezca-, tener capacidad de usar la transversalidad -llevar conceptos, métodos y conocimientos de un mercado al otro- y hallar mejores maneras de tocar a tu cliente, atraer su atención y motivar una acción que te favorezca a ti, como empresa (que se realice el proceso de compra-venta).

Y hace falta una buena dosis de humildad y honestidad para hacerlo, dicho sea de paso.


Sin embargo, añado un comentario por si en vez de leerme un posible cliente me lee un posible competidor, esta cualidad nunca se va a valorar. Siempre se verá como una debilidad, como una inseguridad profesional.

Porque se confunde el proceso reflexivo, la capacidad adaptativa y la creatividad con inseguridad tan a menudo como tú vas al baño a mear.

Por cierto, algo que tengo que hacer ahora, así que aquí termino.